Pantallas acústicas para carreteras
Cuando hablamos de pantallas acústicas o barreras acústicas nos referimos a estructuras proyectadas para suavizar la contaminación acústica. Se instalan este tipo de soluciones acústicas para proteger tanto a las personas como a los animales frente al ruido procedente de las carreteras y también de las fuentes de ruido provenientes de vías ferroviarias e industriales.
En función de los materiales que se empleen para la construcción de las pantallas acústicas, existirán dos tipos de aislamiento acústico:
Aislamiento acústico por absorción:
Recibe este nombre porque depende de la absorción de los materiales empleados para su fabricación. Cuando se utilizan materiales fonoabsorbentes como puede ser la lana de roca, se aumentará el aislamiento acústico por absorción.
Aislamiento acústico por transmisión:
Su capacidad aislante dependerá de la masa de la propia pantalla acústica. Es un valor directamente proporcional, por lo que a mayor masa, mayor resistencia frente al choque de las ondas acústicas. Esto hará que se aumenten las pérdidas de transmisión consiguiendo un mayor aislamiento acústico.
Beneficios y Desventajas de las barreras acústicas
Los principales beneficios incluyen la reducción de ruido que se traduce en un mayor descanso. La posibilidad de disfrutar del medio ambiente sin ruido y una acusada reducción de los niveles de estrés y de presión arterial así como un menor riesgo de padecer sordera son las principales ventajas que se obtienen con el uso de barreras acústicas.
Entre los inconvenientes de las pantallas acústicas o barreras podría destacar el hecho de que su apariencia visual no es atractiva. Aunque realmente su función no incluye que sea un elemento estético. Existen diferentes formas y también acabados. Pueden estar fabricadas en metal, en hormigón, plástico…
Además, imposibilita ver el paisaje desde el coche cuando vamos de viaje. Sin embargo, en algunas zonas de Europa o los Países Bajos, las pantallas acústicas tienen un diseño muy interesante, es decir, suponen un valor añadido al proyecto y están diseñadas para reducir el impacto visual.
Por poner una última pega, se podría achacar el elevado coste del diseño y la construcción dependiendo del tipo de terreno donde se localice y la consecuente inversión en su mantenimiento.